"Estamos trabajando en una serie documental de cuatro capítulos sobre la temporada que no va a dejar a nadie indiferente. Mi mayor reto desde que llegué al Club"
Entrevista a Albert Salas, director de comunicación del RCD Mallorca de la Primera División de la Liga de Fútbol Profesional
Llegó a al Real Club Deportivo Mallorca en uno de los momentos más delicados de su historia, recién descendido a la Segunda División B. ¿Cómo explicaría el cambio profesional, pasando de la seguridad de la dirección de deportes de IB3 Televisió a ese nuevo reto tan incierto y complicado?
Hay momentos en los que se juntan muchas cosas que hacen que cambies de planes y dejes atrás tu zona de confort y arriesgues incluso más de lo que creerías que podías arriesgar. La llamada de Maheta Molango se dio en un momento personal y profesional en el que necesitaba de un cambio y fichar por el RCD Mallorca en Segunda B, avisado por todos de que era una mala decisión, era la locura más maravillosa que podía hacer. Casi cinco años después doy fe de ello.
Y cuando el éxito llegó en forma de ascenso a la Primera División del fútbol español, llegó el varapalo de la pandemia del Covid-19. ¿Cómo se afronta ese desafío desde el punto de vista de la comunicación de un club, desprovisto de su afición durante muchos meses?
Justo en ese momento se necesita pisar el acelerador y buscar soluciones digitales que acercaran el club a su masa social. Muchas tecnologías que existían pasaron a un primer plano y en ese momento se tuvo que pensar dos pasos por delante y crear contenidos interactivos, dar el poder al aficionado que nos podía seguir en redes sociales y no podía ir al campo. Al margen del drama que supuso para la sociedad mundial, se produjo un aceleración del proceso digitalizador que en otro contexto hubiera requerido de años y años.
Durante su trayectoria al frente de la dirección de comunicación se han implementado muchos cambios, abriéndose nuevos canales y formatos para conectar a la entidad con sus aficionados. ¿Puede resumirnos cómo se han gestado algunos de ellos y el por qué?
Hemos estado presentes en todas las plataformas y ello nos ha permitido analizar dónde focalizar los esfuerzos y no morir en el intento. En los últimos dos años, el directo ha sido el gran protagonista y, por ejemplo, en el último día de partido (la permanencia en Pamplona) nuestro programa ‘Venim a Ca Teva’ tuvo unas 120.000 views procedentes de todo el mundo. Consolidar ese producto ha sido algo muy interesante, al igual que los programas de Twitch que hemos podido realizar, donde la masa social es muy joven y tenemos un contacto directo con ella.
Se suele decir que en el fútbol profesional “todo va bien si la pelota entra”. Cuando no es así, cosa que no ocurre pocas veces, ¿se contiene la generación de información, se analizan mucho más los tiempos o, por el contrario, siempre es preciso tener previstos los dos escenarios, la victoria y la derrota, para seguir comunicando pero de diferente manera?
Al final todo es cuestión de ritmo y contenido. En caso de victoria procuramos siempre ser muy ambiciosos en la creación de contenido para que el aficionado lo devore, lo comparta, lo comente, etc. En caso de derrota, todo baja según el contexto clasificatorio. Ahí sobran palabras o posts. Lo hemos vivido este año, sobre todo tras el 2-6 contra el Granada CF. En redes sociales puedes hacer que la derrota sea aún más abultada. Controlar todo y monitorizar las corrientes de opinión es muy interesante en ese contexto más ‘amarrategui’.
Durante las últimas temporadas, el RCD Mallorca ha consolidado su posición en diferentes redes sociales como uno de los clubes del país con mayor alcance, datos que no se corresponden con el presupuesto del club, muy por debajo de esas cifras. ¿A qué se debe este hecho o qué elementos han jugado un papel importante en la consecución de estos logros?
Hemos apostado por lo audiovidual con una estrategia en la que tratamos de mostrar el club y a los jugadores lo más cercanos posibles. Tratamos de elevar el nivel y bajar la cantidad para lograr el mejor impacto pero siempre con un discurso sin ataduras y muy poco clásico. Ahora, incluso, los grandes clubes juegan ese rol canalla y les aporta mucho, aunque ese viraje tan radical desde una posición muy clásica lo hace muy llamativo o raro. Creo que en el RCD Mallorca lo llevamos haciendo desde Segunda B, donde necesitábamos ser algo cercano y hacer del defecto, la categoría, una virtud, al poder grabar todos los momentos sin limitaciones de derechos audiovisuales.
¿Cuáles son los próximos proyectos que tiene previsto acometer desde el departamento de comunicación y cómo los afronta?
Estamos trabajando en una serie documental de cuatro capítulos sobre la temporada que no va a dejar a nadie indiferente. Es el mayor reto que tenemos desde que llegué al Club e ilusiona mucho.